miércoles, 2 de abril de 2014

El SILENCIO DE LA BOMBONERA...

La Bombonera enmudeció, jugadores y aficionados Xeneizes no lo podían creer. Perdían el “Súper Clásico” a escasos minutos del final, un cabezazo en el área chica de Funes Mori ponía el marcador a favor de los ‘Millonarios’, el festejo que  solo era de 11 jugadores visitantes, silenció a los 49,000 aficionados presentes. River Plate derrotó dos goles a su acérrimo rival, Boca Juniors.

El partido más llamativo de Argentina  es el Boca - River que disputaron la edición 192 del “Súper Clásico”. La Bombonera lució un lleno, pero en esta ocasión con puros aficionados locales, los visitantes no tuvieron acceso por seguridad, así es la nueva regla en el futbol argentino, no se les permite la entrada a hinchas de otro club que no sea el local.

Así que los jugadores de River fueron a la cancha de Boca, como en su momento los 300 espartanos fueron a la guerra, sin apoyo, sin gente, solo los jugadores y cuerpo técnico portaban la tradicional banda roja del equipo de Nuñez en cancha de Boca.

Los hinchas locales hacían su tradicional fiesta en las tribunas, con banderas, bombos, trompetas y los inigualables canticos de las barras argentinas, en está ocasión todos con reproches y burla para los rivales. Por su parte River buscaba romper la racha de diez años sin ganar en la bombonera.

Antes del inicio del encuentro se necesitó de la ayuda de intendencia del estadio, para tratar quitar la gran cantidad de agua que cayó sobre el césped, tras las fuertes en la ciudad de Buenos Aires. Escobas y máquinas de aire fueron utilizadas para que la cancha estuviera en condiciones para jugar

En el inicio y durante los primeros 45’ hubo pocas jugadas interesantes, quizá la chance que tuvo el delantero de Boca, Gigliott, quien a los 37’ recibió un centro en el borde del área chica, el cual no supo ni controlar, ni disparar, desperdiciando una oportunidad clara  de gol.

Al final de la primera mitad rumbo a los vestidores, el entrenador de River, Ramón Díaz, realizó gestos de burla hacía la afición que le hacía cantos ofensivos y de burla. El ‘Pelado’ se tomó la oreja en señal de no escuchar, después hizo gestos con la mano de “No escucho” señas que prendieron más los ánimos en las gradas.

Para el segundo tiempo River sorprendió a los 13’ con el gol de Lanzini, quien definió en el área con un disparo cruzado de pierna derecha ante la salida de Orion y la marca de Diaz. ‘Manu’ como todos le llaman, silenció al estadio, tras la anotación y festejo con sus compañeros.

Los locales no tardaron mucho en reaccionar, a los 22’ el diez de Boca cobró una falta fuera del área. Román preparó el balón, pedía la distancia de la barrera y hacia señas a sus compañeros para decirles donde ubicarse. Pitó el árbitro, Riquelme tomó poco vuelo y disparó de pierna derecha para sacar un tiro que pasó apenas arriba de la barrera, incrustando el esférico en el ángulo superior derecho de la portería. Un golazo para empatar el partido. Barovero que solo miró el trayecto del balón y se quedó parado como espectador, viendo la anotación.

El estadio vibrante, la gente cantando y un buen partido se mostraba en la cancha, todo jugaba a favor de los locales, River estaba noqueado, no podía retener el balón y las jugadas que intentaba se perdían en media cancha.

Hubo cambios por ambos equipos, llegadas a gol también, pero el cambio del encuentro ocurrió a los 40’, cuando se marcó un tiro de esquina a favor de los visitantes. Lanzini cobró mandando un balón a la altura del área chica, el cual remató de cabeza Ramiro Funes Mori y mandó al fondo de las redes.

El estadio enmudeció, mientras los jugadores de River abrazaban a Ramiro por la anotación y la victoria que estaba a minutos de ellos. Funes Mori con un festejo chupándose el dedo y quitándose la playera, rompió  la mala racha de los ‘Millonarios’ en la cancha de Boca. Con ese gol River quedó a un punto del líder. Con ese gol, River ganó el “Súper Clásico” ante Boca.