La Bombonera enmudeció, jugadores y aficionados Xeneizes
no lo podían creer. Perdían el “Súper Clásico” a escasos minutos del final, un
cabezazo en el área chica de Funes Mori ponía el marcador a favor de los
‘Millonarios’, el festejo que solo era
de 11 jugadores visitantes, silenció a los 49,000 aficionados presentes. River
Plate derrotó dos goles a su acérrimo rival, Boca Juniors.
El partido más llamativo de Argentina es el Boca - River que disputaron la edición
192 del “Súper Clásico”. La Bombonera lució un lleno, pero en esta ocasión con
puros aficionados locales, los visitantes no tuvieron acceso por seguridad, así
es la nueva regla en el futbol argentino, no se les permite la entrada a
hinchas de otro club que no sea el local.
Así que los jugadores de River fueron a la cancha de
Boca, como en su momento los 300 espartanos fueron a la guerra, sin apoyo, sin
gente, solo los jugadores y cuerpo técnico portaban la tradicional banda roja
del equipo de Nuñez en cancha de Boca.
Los hinchas locales hacían su tradicional fiesta en las
tribunas, con banderas, bombos, trompetas y los inigualables canticos de las
barras argentinas, en está ocasión todos con reproches y burla para los rivales.
Por su parte River buscaba romper la racha de diez años sin ganar en la
bombonera.
Antes del inicio del encuentro se necesitó de la ayuda de
intendencia del estadio, para tratar quitar la gran cantidad de agua que cayó
sobre el césped, tras las fuertes en la ciudad de Buenos Aires. Escobas y
máquinas de aire fueron utilizadas para que la cancha estuviera en condiciones
para jugar
En el inicio y durante los primeros 45’ hubo pocas
jugadas interesantes, quizá la chance que tuvo el delantero de Boca, Gigliott,
quien a los 37’ recibió un centro en el borde del área chica, el cual no supo
ni controlar, ni disparar, desperdiciando una oportunidad clara de gol.
Al final de la primera mitad rumbo a los vestidores, el entrenador
de River, Ramón Díaz, realizó gestos de burla hacía la afición que le hacía
cantos ofensivos y de burla. El ‘Pelado’ se tomó la oreja en señal de no
escuchar, después hizo gestos con la mano de “No escucho” señas que prendieron
más los ánimos en las gradas.
Para el segundo tiempo River sorprendió a los 13’ con el
gol de Lanzini, quien definió en el área con un disparo cruzado de pierna
derecha ante la salida de Orion y la marca de Diaz. ‘Manu’ como todos le
llaman, silenció al estadio, tras la anotación y festejo con sus compañeros.
Los locales no tardaron mucho en reaccionar, a los 22’ el
diez de Boca cobró una falta fuera del área. Román preparó el balón, pedía la
distancia de la barrera y hacia señas a sus compañeros para decirles donde
ubicarse. Pitó el árbitro, Riquelme tomó poco vuelo y disparó de pierna derecha
para sacar un tiro que pasó apenas arriba de la barrera, incrustando el
esférico en el ángulo superior derecho de la portería. Un golazo para empatar
el partido. Barovero que solo miró el trayecto del balón y se quedó parado como
espectador, viendo la anotación.
El estadio vibrante, la gente cantando y un buen partido
se mostraba en la cancha, todo jugaba a favor de los locales, River estaba
noqueado, no podía retener el balón y las jugadas que intentaba se perdían en
media cancha.
Hubo cambios por ambos equipos, llegadas a gol también,
pero el cambio del encuentro ocurrió a los 40’, cuando se marcó un tiro de
esquina a favor de los visitantes. Lanzini cobró mandando un balón a la altura
del área chica, el cual remató de cabeza Ramiro Funes Mori y mandó al fondo de
las redes.
El estadio enmudeció, mientras los jugadores de River
abrazaban a Ramiro por la anotación y la victoria que estaba a minutos de
ellos. Funes Mori con un festejo chupándose el dedo y quitándose la playera,
rompió la mala racha de los
‘Millonarios’ en la cancha de Boca. Con ese gol River quedó a un punto del
líder. Con ese gol, River ganó el “Súper Clásico” ante Boca.


